Canalh – Aurevoir Colombie

Tomado de Canalh – Aurevoir Colombie | Canalh /// (radiocanalh.blogspot.com)

Colombia es una potencia musical mundial como los EE. UU., Jamaica o Inglaterra, ¿no? Muchos tienen un interés particular por la salsa, la cumbia, la música tropical de los años 70, la edad de oro de los sellos Discos Fuentes, Sonolux, Victoria, Tambora, etc. Pero limitarse a esto será un error. En efecto, el dinamismo de la música actual de los colombianos en Colombia y en la diáspora es innegable.

Este mix/recopilación, cuya ilustración y diseño fueron realizados por colombianos, se propone demostrarlo. Algunos de quienes aparecen en la playlist son extranjeros que trabajan o han trabajado estrechamente con los colombianos: Quantic, Robert Santiago, Charles Tox. Pero la calidad de la música, la diversidad de los artistas colombianos es impresionante, y, a pesar de eso, ¡tuve que dejar algunos por fuera! El primer tercio de la mix es ligeramente político, inevitable, pero los 2/3 restantes son una fiesta, lo cual me parece una buena traducción musical del país, ¿no? Con ustedes, Aurevoir Colombie…

Kaisolo + Ferdys Arrieta (Gaitereos de San Jacinto) – Este País Tiene Arreglo / Bandcamp

Antioquia – Guerra (Plan Colombia)

Robert Santiago – La democracia (remix)

El Criollo – DesplaSound

Frente Cumbiero – Aguanegra / Names you can trust

Papaya Republik feat John Pri y Walter del Sistema solar – La cumbia del pescaito / Soundcloud

Chocquibtown feat la 33 – Pescao Envenenao / Bandcamp

Pielmantra – Te lo Dije / Free

Cero 39 – Cumbia anti

Systema solar – Amenaza / Chusma records

Caballo – Machete afilao / Free

Cero 39 – Fuego (bomba estereo vs cero39)

Pernett – El Baile del Guevatronik Feat. Fangafrika / Soundcloud

Alerta Kamarada – De donde viene la cumbia

Ciudad Pasarela – Viejosanto [Territory Dub] / Soundcloud

Diego Bernal – Bring It Home – (Mexicans with Guns RMX feat Caballo) / Free ou Free

Quantic Presenta Flowering Inferno – Dub Y Guaguanco

Rich Medena & Bobbito (Feat Bob James & D-Styles) – Salsa Scratch

Rocca – El original (Le retour)

Interlude : Puerto Candelaria

Systema solar – Mi kolombia / Chusma records

Aniceto Molina – Sombrero Volteao (Orion Edit) / Bandcamp

Kinky Electric Noise – Campesino Urbano / Bandcamp

Lido Pimienta – Humano (Noisewhite remix) / Soundcloud

KinKy CumbiA – NoblezzA (karibe espacial) / Soundcloud

Profetas – Baila

Plastic Caramelo – Plastic Caramelo / iTunes

Isa GT – Pa Las Mamasitas (Chief Boima & Orion Remix) / Man recordings

Shurtek Collective – El Cumbiatón Feat Hibikilla, Afra & Kei (Incredible Beatbox)

Clase candante – Ven Y Baila / inédit

Monareta – Raimundo llevate el mundo

DanyF – Jaus (Bleepolar remix)

Systema Solar – Quien Es El Patron (Charles Tox Efectivo rmx)

Cero 39 – Buen dia Barranquilla

Santiago Lozano – Una sonrisa antes de regresar al mundo / Bandcamp

Grabando Ciudad Pasarela

O la crónica de cómo sobrellevar una pequeña crisis de alcoholismo…

Conocí a Tejota a principios de 1993.  «Un mancito extranjero que también le gusta Tolkien y es súper fan de Queen» me dijo Hernán -amigo mutuo- en la cafetería de la universidad.  Lo que no me dijo es que ese escocés apaisado iba a estar presente en los grandes momentos de mi vida. No me dijo que se iba a convertir en un genio compositor de increíbles canciones.  No me dijo que 15 años después de ese encuentro íbamos a tomar el riesgo de entrar juntos por primera vez a un estudio de grabación a dejar plasmada parte de la vida.  Y que en este punto ya no iba a ser necesario hablar de Tolkien ni de Queen, levemente desplazados por un delicioso y «maderudo» Zacapa 23.

Después de vivir con eLSOTANO. una de las más grandes aventuras de nuestras vidas y medianamente superando la partida de Tavo y John Paul, el día de año nuevo de 2006, decidimos fundar una banda nueva que recopilara las mejores canciones de los últimos 8 años y empezar a componer algún nuevo repertorio.  Ese día surgió Ciudad Pasarela. El nombre salió de aquí unos días después.

El proceso, mal que bien descrito en este blog, continuó con nuevas canciones, búsqueda de baterista, grabación casera de maquetas de todas las canciones, buscar y probar sonidos de estudios de grabación y empezar una desconocida etapa de pre-producción.  Antes de grabar la primera nota oficial, ya contaban nuestras manos 19 temas, de los cuales clasificaron finalmente 13.  Los otros 6 los dejamos de mostrar por pura pena.

Llegamos al estudio con cara fresca de escolares, cuadernos y uniforme nuevo, zapatos lustrados, bien bañados y peinados.  Inocentes. Y con mucho susto.  Básicamente cagados.

Siguiendo la referencia de las maquetas, lo primero que se suele grabar es la batería y junto con ella los temas guía.  Llamamos a Juanfer Montoya, en esa época baterista de Puerto Candelaria, y con él grabamos los primeros dos días.  Un tipo admirable que nos hizo olvidar el susto por unos momentos.

Después empezó el bonito desfile de instrumentos: grabé los bajos (nos prestaron dos, más el mío), una guitarra aquiallá y una melódica que nunca aprendí a tocar.  Tejota grabó las guitarras, piano, Rhodes, Hammond y teclados en general.  A medida que iban creciendo las canciones nos pedían un poco más, y de esa forma llegó Cusco (Bajo Tierra, Parlantes) a grabar unos señores pianos y órganos.  Luego Felipe Carmona (Artefacto) que se hizo el mejor solo de guitarra del disco, Andrés Moore que me dejó loco con una de las mejores interpretaciones de piano Rhodes que haya presenciado en la vida, Meencho que grabó un dobro o resonador (es una guitarra con una tapa redonda metálica que se usa en el medio oeste gringo) que al final tuvimos que dejar con poco volumen por razones técnicas, y finalmente Juan Antonio Murillo que grabó el bandoneón italiano en un par de temas (él toca también un saxofón como el de Kenny G.  Mi papá dice que debería aprender a tocar alguno de los dos).

Un sábado algún tiempo después empezó el calvario de las voces.  El primer tema a grabar: «Tequila y cerveza», premonitorio a todas luces.  Y todo lo que habíamos comenzado se vino abajo, no dábamos pie con bola y empezamos a descubrir que cantantes no éramos.  Por zanahorios y pendejos (que sí éramos) habíamos decidido no ponerle alcohol al disco, aunque ya por ahí en numerosas ocasiones nos habían aconsejado utilizar ron o brandy para que las voces se mantuvieran tibias y lo más afinadas posibles.

Y en efecto, con la primera media del fruto de la caña, la cosa empezó a funcionar.  Tejota se la llevaba para el cuartico del micrófono y toma tras toma de grabación, y toma tras toma del dorado néctar, su cansancio se transformaba en borrachera y la verdad es que desde mi sobriedad lo vi bastante descerebrado.  Pero cómo dejarlo solitario y abandonado en ese estado, un compañero de mil batallas debe unirse y, de forma solidaria, abandonarse a los mismos placeres espirituosos, y nos descerebramos los dos.

Cuando el dorado elíxir se nos acabó, el señor grabador nos dijo que su progenitora era secretaria en una empresa de transporte y nos podía hacer llegar de forma económica y clandestina litros del nunca bien preciado Ron Viejo de Caldas en todas sus variedades.  Y así fue que el disco pa’rriba y nosotros pa’l suelo. Y nos volvimos catadores: de Caldas pasamos a Caracas (tuve un viaje de trabajo a Venezuela y traje lo mejor que me recomendaron), y de ahí pasamos a explorar rones en cuanta sección de licores había en los supermercados de la ciudad.  No dejamos títere con cabeza y hoy día, un poco más añejos, te podemos asesorar sin compromiso.

Y fuimos muy felices grabando las voces, los coros, las segundas, terceras, y la magia de Sandra la profe de canto, que hasta durmiendo en el sofá del estudio era capaz de decirnos qué nota hicimos mal.  Durante dos meses salimos del trabajo a las 6 pm, llegábamos al estudio a las 7 y nos quedábamos hasta la madrugada sólo para volver y atravesar lo mismo al día siguiente: embebidos, beodos y alumbrados hasta la última curda.  Todos los días.  La última sílaba la grabamos un lunes, ya ni necesidad había de celebrar.

Salimos del estudio con cara sucia de universitarios, cuadernos y uniforme rotos, zapatos malolientes, roñosos y despeinados.  Impuros. Y con sobresaltos.  Básicamente cagados.

El martes estaba en mi casa y ya me hacía falta grabar; de forma inquieta extrañaba el estudio, los instrumentos, las voces, e imaginaba los lugares en los que me gustaría estar en ese momento: Abbey Road, Circo Beat, Capitol o Sun Records.  Llamé a TJ y le conté. Esperaba que me dijera que era ansiedad de querer masterizar el disco con Bob Ludwig o algo parecido. Que a esa altura del camino ya sería lo único que nos iba a llenar el hambre musical.  Me dijo: «¿Sabés lo que te pasa? … estás sobrio».

Al final habíamos grabado todo un disco, ya era sólo cuestión de pasar el guayabo, sentarse y esperar a que la fama llegara.

Update marzo 2019: Todavía no llegó.

Un viaje por los rincones de Ciudad Pasarela

Por: Ricardo Torres

Tolima 7 Días

La banda de rock antioqueña estrena su primer trabajo discográfico después de más de un año de ensayos y grabaciones, en los que la agrupación puso todos sus sentidos en un material en el que sin duda vale la pena sumergirse.

La espera terminó. El proyecto sonoro de Ciudad Pasarela es una realidad. Más de un año duró madurándose este trabajo que tiene el sello de Tjebbe Donner y Camilo Galeano. El laboratorio creativo que estos dos músicos escocés y colombiano armaron ve ahora la luz en 13 cortes, donde su cultura musical se ve reflejada y donde al que escuche con cuidado cada canción no le quedarán dudas de que la banda se desliza con exquisitez por las bases del rock and roll. Las guitarras rasgadas por ejemplo en temas como “Sólo tú y yo”, o en ese primer corte que se titula “No volver a verla”, no dejan dudas.

Ciudad Pasarela ha logrado cristalizar un sonido grueso y con volumen, que inunda los sentidos con la sensibilidad, por ejemplo en temas como Ella, de la voz de Tejota y los coros de Sandra Moore, que en piezas como “La buena estrella”, literalmente ‘la saca del estudio’. Aquí también hay que decir que la interpretación de la batería de Juan Fernando Montoya, percusionista del proyecto musical Puerto Candelaria, es un acierto, como lo es también la participación de Fredy Henao, el tecladista de Parlantes.

Ciudad Pasarela no se distrae en el oropel que adorna el camino de las cosas fáciles; su trabajo artístico está lleno de honestidad. Ciudad Pasarela hace en este trabajo un viaje por los más profundos abismos de la condición humana, como en las buenas novelas de largo aliento que dicho sea de paso ya poco se escriben. Ahí están pues los cortes seis “La corte de los milagros” y siete “Días inciertos”.

La banda del Valle de Aburrá tiene hace rato puestas las antenas en el universo de la música y tal vez su experiencia, quiero decir la suma de los días con sus noches, les ha permitido ensamblar con las armonías del rock and roll universos musicales como el del reggae, el rock progresivo y el tango, que están claros en temas como “Viejo santo”, “Untiltled” y “Tango”, el corte número 13 que cierra este trabajo musical, que seguro hará ‘ruido’ donde lo pongan a sonar.

A la suma de aciertos del trabajo de Ciudad Pasarela se adiciona el de la mezcla y la coproducción de Mauricio Serna y la invitación de destacados músicos como Juan Antonio Murillo, Felipe Carmona, Andrés Moore y Meencho, que demuestran que la banda está desprovista de egoísmos y vanidades.

Otro aspecto que hay que destacar de éste trabajo es el diseño del arte del cuadernillo que acompaña las letras y las fotografías, sobrio y elegante, una metáfora de las luces y sombras que hay en los contenidos de las letras y que exploran los vacíos humanos.

Pero Ciudad Pasarela trae más sorpresas. No es casualidad que en el CD nos presenten dos temas en inglés, lengua que ambos músicos dominan y que no podía quedarse por fuera del universo expresivo de la combinación entre camilog y tejota.

Escuchando y volviendo a escuchar este trabajo no es difícil entender que lo que hace grande a una banda no es la cantidad de discos compactos que venda sino el acople, la mística con la que aborden su trabajo y eso se nota en este proyecto sonoro que ya está encantando oídos y corazones con sus mensajes e historias. Y cómo es de importante eso, que las canciones nos cuenten historias, historias de carne y hueso, de amor y desamor, de encuentros y desencuentros, de soledades y nostalgias.

El único camino que nos queda es subirnos al recorrido que emprende desde ahora este trabajo discográfico y dejarnos seducir por su valor estético, por la poética que hay en cada una de las líneas líricas y musicales.

Myspacerela

Aunque todavía no entiendo muy bien la moda de myspace.com (entre tantas otras), ayer tejota me preguntó que cuándo íbamos (o sea yo) a crear el perfil de Ciudad Pasarela dentro de esta comunidad. A los 2 segundos le pasé por Messenger «www.myspace.com/ciudadpasarela«, una cuenta creada (dice allí) desde 1/5/2006.

Soy del tipo de personas que les gusta hacer test de todo lo posible: descargo herramientas, descargo los 800 plug-ins para esas herramientas, me apunto a todo lo digital, no resisto una cajita de «subscribe» y siempre pasa lo mismo, al tiempo me olvido, echo todo en saco roto, escribo un fallido email diciendo «unsubscribe» y me devuelvo a darle a la guitarrita de palo.

No sé si sea buena idea darle mucha bola por ahora, pero ahí está, el perfil actualizado (con 4 canciones en versión demo), ya hasta con el primer visitante!!

Enjoy!!

Porque lo importante no es ser sino estar en myspace.com.

Actualización Marzo 2019:  MySpace informó que en una migración de servidor perdieron más de 50 millones de canciones subidas a su plataforma entre 2003 y 2015.  Entre ellas las nuestras.  Oh, la humanidad.

Miércoles de Ceniza

Uno ya sabe que va a ser un día movidito cuando lo primero que se encuentra al salir del ascensor hacia el trabajo es a una monjita con un temido recipiente gris y pregunta: «Joven, ¿va a recibir la santa ceniza?».

Y claro, lo que ridículamente se me ocurrió fue decirle: «No, es que soy de otra religión», señalándole una colita que me dejé en la parte de atrás del pelo (alusiva a Rodrigo Palacio del Inter, pero que dependiendo de la conveniencia me podía convertir en budista), a lo cual ella muy tranquilamente me respondió: «¿Cómo así? ¡si usted es devoto del Señor de los Milagros!»… Yo puse cara muy obvia de no entender ni una palabra de lo que me dijo y lentamente ella va señalando mi mochila Mont-a-mour la cual tiene muy pegada en todo el frente una estampita del Milagroso de Buga… joder!  Claro, para mí no era más que una pequeña baratija decorativa, que el amigo Berdugo le quiso añadir a su producto como toque autóctono (y sí, su espectro haciendo de las suyas mucho después). ¿Y qué hace uno ahí? empieza a tartamudear, sudor frío en las manos, se pone rojo tomatito y ríe nerviosamente: «Jejeje… si… jeje… ¡hasta luego!» y los que corren…

Probablemente mentir a una monjita sea algo para sumar a mi lista personal de «Directo al Infierno» y me hayan adelantado unos cuantos turnos en la fila de entrada. O tal vez técnicamente no le mentí, pero este no es el lugar o día para estas aclaraciones… no en el blog de CP (aunque esté mezclado con pensamientos individuales ocasionales).

Aaaahh sí!! CP… Hoy volvió a vivir luego de un par de semanas en las que un trabajito en común nos agarró a tejota y a mí. Claro que cada uno ha hecho cosas por su lado mientras tanto, no vaya a ser esto la epítome de la dejadez como el bienamado y difunto eLSOTANO.

CP, cuente pues Ciudad Pasarela, al menos 30 horas de mi tiempo dedicados al diseño de la página web y nada, hojas en la basura. Ya me estoy enervando con eso… pero ahí vamos, o sale o no me llamo.

CP, Cuidad Pajareras, con suerte tejota nos contará en su blog una trágico-aventura pajaril…

CP, ya grabamos el bajo de «Sólo tú y yo», en el nuevo concepto mafaldístico de «esto no es un grupo, sino una cooperativa», con un re muy loco en la séptima menor del mi (ni yo lo entiendo) pero que sonó interesante y pelea por no hacer aburrido ese espacio vacío en la canción. Con esto ya son 10 (diez) los temas listos en demo-maquetas para pasarle a los mancitos nuevos (ya hablaremos acerca de ellos) y agarrar a ensayar como locos a partir de la próxima semana.

Por lo pronto a seguir con el diseño y arreglitos varios, creo que lo primero será sacar esta plantilla de Blogger que ya me tiene podrido… yo veré…

Iba a cerrar con alguna frase de lo de ser y aparentar, pero maldita sea, tengo el orgullo herido. Monjita: 1 – camilog: 0

Suena: Miércoles de Ceniza [Caifanes]

Ya suena (y casi se ve)

Primer ensayo oficial de Ciudad Pasarela.  Aaaahh los dedos doliendo y el pitico en los oídos… casi un año sin tenerlos… sí o sí ya era el momento del primer ensayo, de ponerse más juiciosos todavía y decir como dijo el poeta don Leonel: «Ah listo papito, si es ya es ya».

El compadre Tejota llevó a su nuevo hijo blanquinegro (todavía no le pregunté si le puso nombre) para las secuencias. Mientras conseguimos el resto de la banda hacemos a lo Ashlee Simpson, ahorrándonos desde luego el hacer el ridículo. Yo llegué tarde (otra vez) gracias al arresto laboral (otra vez)… como si nunca me hubiera ido.

Y en medio del ensayo, tardísimo como es normal en su especie, llegó el baterista.

Esto mereció párrafo aparte… lo primero que vi entrar fue un afro con alguien debajo; yo ya lo había visto un par de veces antes en diferentes eventos del viciado-mundo-musical-local, pero era toda una primera vez y uno siempre está a la expectativa cuando tiene nuevo músico, así sepa (y este es el caso) que es uno excelente.

El ataque de risa me agarró cuando ya estábamos tocando y miro a Juancho (con ustedes en la batería) y caigo en cuenta que tiene afro, chiverita, camisetica, la expresión, el golpe del redoblante y la inconfundible punta de lápiz… no lo hubiera creído si me lo contaban, es algo que hay que ver… uno tener dos bateristas en la vida, mellizos separados al nacer… a Juancho lo único que le faltaba en ese momento era ganarse el millón de Pantene y cumplir años el día siguiente.

En fin, qué increíble baterista, sé bien que estaría ahí mi Escalante del alma si en algún momento se hubiera decidido a comprarla y a seguir el doloroso camino.

Y sonó!! muy adentro esperaba que sonara a grupo de universidad, todos sin aprenderse por completo la tarea antes del examen, pero con la seguridad que siempre brindará la práctica, el mejor maestro que se pueda tener. Tres músicos y un poquito de secuencia (otra guitarra) de fondo… sí, podemos decir que sonó.

Ah sí, y «casi se ve» porque estoy trabajándole fuerte a la página web (preaviso para Blogger, pa que después no me vayan a cobrar nada). Salud!!

En el taxi de vuelta… «The Long and Winding Road» (The Beatles). Cierre perfecto.